Poder Cívico
Para cambiar al mundo primero debemos cambiar nosotros mismos

¿Qué es la República?
La República es la forma de organización humana que aspira justicia, a través de la búsqueda de la verdad y mediante el uso de la racionalidad. Lucha contra los privilegios, contra el abuso de poder, las decisiones arbitrarias y la corrupción.
En una República gobiernan las leyes, no un Presidente. Todo aquél a quien le toque ocupar temporalmente un cargo político deberá rendir cuentas a la sociedad y deberá actuar dentro del marco de la ley, porque es tan sólo un ciudadano más, como cualquier otro.
El Estado de Derecho, la República y la Democracia, auque conceptuamente podrían dividirse, son una unidad indivisible en la realidad. Sin República la Democracia deja de existir, y sin Democracia la República muere.
La República es un intento razonado y pragmático para lograr un mundo justo, a través del imperio de la Constitución.
"La Democracia Republicana es imprescindible,
porque concilia la ética con la ley,
el derecho propio con el deber colectivo,
la educación con el desarrollo y
la no explotación de la pobreza como recurso político."
Santiago Kovadloff
Algunos conceptos importantes de una República:
El gobierno limitado
Hay dos formas de gobierno: el gobierno sin control y el gobierno limitado:
En el gobierno sin control los gobernantes son impunes e imponen sus caprichos a la sociedad.
En el gobierno limitado se lucha contra los privilegios, contra los abusos de poder, contra las decisiones arbitrarias y caprichosas, mientras que se exige que los gobernantes rindan cuentas sobre su trabajo, se exige que muestren el proceso de toma de decisiones (y la información relevante) de manera transparente y abierta para toda la sociedad, y que sus decisiones sean razonables y ajustadas a la Constitución.
Mientras que el gobierno sin control puede tener múltiples formatos (puede ser ejercido por una sola persona, por pocas personas o por muchas personas), el gobierno limitado sólo tiene un formato posible: La República.
Cuando hablamos de "República" nos referimos a la República Democrática, a la Democracia Constitucional. Ver más abajo:
La República es el gobierno limitado donde el poder refrena al poder, donde nadie está por encima de la ley.
La República busca formar un mundo más justo porque lucha de manera sistemática contra los privilegios, contra el abuso de poder y contra las decisiones arbitrarias e injustas.
División de poderes
Para lograr que exista la Justicia en un mundo de seres humanos -es decir, seres limitados, y carentes por naturaleza-, es necesario reconocer no sólo las virtudes, sino particularmente sus vicios y defectos. Una vez que entendemos de forma cabal la naturaleza humana - que es falible, y que constantemente nos lleva a equivocarnos, a corrompernos o aún a obrar mal guiados por los mejores deseos-, podemos diseñar mecanismos prácticos y concretos para limitar nuestros errores y falencias.
Tener poder puede sacar lo peor de la gente, y no es necesario que sea mucho poder, alcanza con la cuota más pequeña de poder. ¿Cuántas veces han visto en un restaurant o un café que alguien trate mal a un mozo o una mesera? ¿O que traten mal a un empleado atrás de un mostrador porqueno tuvieron el servicio que esperaban, y porque saben que ese empleado no está en una situación en las que puedan contestarles de igual a igual?
Platón propone una situación extrema para que reflexionemos qué haríamos nosotros con poder. Supongamos que por una nueva tecnología, o por un acto de magia, pudiésemos volvernos invisibles. Podríamos hacer cualquier cosa sin que nadie nos viera. Podríamos entrar a cualquier lugar, en cualquier momento, ver, oír y hacer lo que quisiéramos. No tendríamos ninguna clase de rechazo social, porque no sabrían lo que hacemos, y tampoco temeríamos alas leyes humanas, ya que no pueden alcanzarnos, porque no habrían pruebas contra nosotros. Si este ejercicio se hace a consciencia y con honestidad, podría haber muchos impulsos por realizar actos ilegales o inmorales. De eso se trata la impunidad.
Para luchar contra la impunidad, que es poder sin controles, la República instituye la división del poder, es decir, que se separen en al menos tres los poderes del sistema político: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Cada uno de ellos debe actuar de manera independiente a los demás, y debe ser capaz de controlar y limitar a los otros cuando intenten abusar del poder o tomar decisiones arbitrarias. Para que sean independientes, deben tener formas de selección diferentes y diferenciadas. Por ello es que los diputados deben ser electos por circunscripciones uninominales -como si se eligiera un diputado nacional por barrio, es decir, sería alguien cercano al pueblo- y los jueces deben ser asignados a su puesto mediante un sorteo, luego de haber tenido una carrera con honores en el sistema judicial. Ninguna de estas dos ocurren en la Argentina y por ello estos poderes tienen menguada su capacidad de ser independientes. Los jueces tampoco deben estar afiliados -o ser afines- a un partido político.
A la división de poderes se debe agregar también los controles cruzados a los poderosos (frenos y contrapesos) y la rendición de cuentas de los políticos y funcionarios a la sociedad. Los representantes electos ocuparán cargos por tiempo limitado y con límites a su poder. Se requiere de transparencia en la información y en las decisiones. Debe haber una burocracia profesional e instituciones independientes. La participación de una ciudadanía atenta es vital.
Nadie está por encima de la ley:
La República es la forma política de buscar justicia en este mundo, de modo tal que nadie esté por encima de la ley, donde se viva de manera honesta, no se dañe a los otros y se de a cada uno lo suyo.
La República es un Estado de Derecho, en el que la ley máxima es la Constitución. Todas las leyes, de todos los niveles -sin importar quién o quiénes las dicten- deben estar supeditadas a ella, es decir, deben ajustarse a los límites impuestos por la Constitución. Toda norma y toda acción que vulnere los límites de la Constitución debe ser detenida y corregida, ya que vulnera nuestra propia esencia de ciudadanos y de pertenencia a nuestro país.
La República es el triunfo de la razón sobre la improvisación:
Toda decisión debe basarse en un criterio racional que pueda ser explicado y comprendido por todos, y debe estar basado en datos concretos, transparentes y confiables.
La República es previsión y planificación, porque cuando no se planifica con tiempo, sólo puede reinar la improvisación de último momento. La improvisación sucede de manera caprichosa y es difícil controlarla, por lo que suele degenerar en abusos de poder. Para la toma de decisiones públicas, la improvisación es enemiga de la República. Para cada tema de importancia debe haber funcionarios en el Estado que estén previendo posibles escenarios futuros y, en base a ellos, deben preparar medidas de acción concretas para evitar o moderar los peores riesgos y peligros.
Es también necesaria una ciudadanía atenta que realice el mismo ejercicio de previsión.
Rendición de cuentas: Transparencia y límites
La República se funda en la creencia que el gobierno está compuesto por hombres y mujeres, ni héroes o semidioses, ni ángeles ni mesías: gente simple, con sus virtudes, falencias y defectos. Y el modo de lograr lo mejor de nosotros, gente simple, es a través de la rendición de cuentas. Es decir, como sucede en cualquier empleo donde hay otros que realizan una supervisión atenta de nuestro trabajo y ponen límites a cierta forma de actuar y nos dan lineamientos generales sobre cómo hacer las cosas, lo mismo debe suceder en la política. Donde nosotros, el pueblo, somos quienes debemos seguir atentamente el trabajo de quienes circunstancialmente están realizando labores públicas. Un Presidente de la Nación no es muy diferente a un Presidente de un Consorcio de Propietarios (el edificio donde vivimos). Se trata de alguien que ofrece su tiempo para realizar la administración de lo que esde todos. Debemos estar atentos y controlar, que no se exceda en el mandato que le dimos, y que no realice decisiones arbitrarias, infundadas o caprichosas, y debemos detener sus acciones y corregirlas rápidamente si son contrarias a la ley, a la ética pública, o a la Constitución.
Es por ello que todo el proceso de toma de decisiones debe ser público y transparente, de modo tal que podamos saber qué es lo que sucede.
Un Estado profesional, estable e independiente del gobierno:
Es necesario separar al Gobierno (políticos electos, de carácter rotativo), del Estado (funcionarios públicos, profesionales de carrera, que no son impuestos por el gobierno, sino que son independientes y que gozan de estabilidad laboral. La estabilidad laboral de las autoridades dentro del Estado debe ser defendida, pero son justamente estas posiciones las que suelen cambiarse de un gobiorno a otro, vulnerándo así su independencia). Los funcionarios profesionales del Estado son quienes llevan a cabo los mandatos de la Constitución, además de los pedidos del gobierno. Como realizan estas dos tareas, son quienes también ponen límites al gobierno cuando éste se excede en sus atribuciones.
Cada institución u orgnismo del Estado tiene objetivos propios que necesita cumplir, algunos pueden ajustarse en base al pedido del gobierno (sea el Ejecutivo o el Legislativo) y otros objetivos no pueden ajustarse a sus pedidos. Por ello es que son instituciones independientes. Hay una razón de ser: sus objetivos es para cuidar a toda la sociedad, y no sólo el día de hoy, sino también en los años venideros. Sus objetivos buscan cuidarnos no sólo a nosotros, sino también a nuestros hijos y nietos, aunque quizás aún no hayan nacido. Su independencia y el consiguiente control que ejercen unas sobre otras es crucial para cuidar a la población entera -especialmente a quienes menos recursos tienen para defenderse-. Cuando se vulnera el Banco Central (Institución independiente que busca mantener la capacidad de compra de la moneda nacional) para usarlo como Tesoro Nacional (organismo dependiente del gobierno que administra los ingresos fiscales y los usa para los gastos e inversiones), tarde o temprano habrá inflación y devaluación (o desvalorización de la moneda). Es decir, si se fuerza a una institución a dejar de ocuparse de sus objetivos, tarde o temprano no logra cumplirlos.
Aprendizaje social y Regeneración de la República:
La República es una tecnología social compleja y, aunque haya sido diseñada en una época que no había teléfonos celulares táctiles, ni internet, ni cohetes espaciales, no deja de ser, sin embargo, probablemente una de las tecnologías más avanzadas jamás diseñadas por el ser humano. La República no surge de manera espontánea, ni se mantiene por sí sola. Para poder mantenerla con vida debe haber un esfuerzo regenerativo y creador de manera constante, todos los días, realizado por cada ciudadano que la compone. Debemos comprender sus razones, su funcionamiento, su dinámica. Si intentamos pensar como Estadistas que buscan crear una organización (el Estado) que trascienda sus vidas y deseos individuales, que logre estabilidad, que pueda entender y trabajar -para superarlos- a los vicios y defectos de todo ser humano, entenderemos qué es lo que la República necesita que hagamos por ella.
República y Democracia
Cuando hablamos de República en el debate público, estamos hablando de la República Democrática, de la Democracia Constitucional. En el debate público debemos tomar estos conceptos como sinónimos: no hay dos tradiciones diferentes que chocan entre sí -la República contra la Democracia- no hay formatos más democráticos o más republicanos, ambos dos deben existir en conjunto, tal como lo propone la Constitución.
República y Democracia son dos conceptos que no pueden separarse, porque que no existe el uno sin el otro. Han sido amalgamados de manera indisoluble en la Constitución, la ley fundamental que nos funda como país y nos define como personas éticas que buscan un futuro común.